CRÓNICA | Revolución, miedo y punto (0-0).
- udgrada
- 12 oct 2014
- 3 Min. de lectura
Empate y, visto lo visto, con sensaciones contrapuestas. Unos podrán decir que la Unión Deportiva, en la figura de Herrera, no apostó por una mayor verticalidad; otros, en cambio, que ambos equipos se profesaron mucho respeto, tanto, que hasta los instantes finales, todo carecía de sentido.
Comenzaba la jornada con la sorpresiva alineación del técnico catalán. Aparecían en el dibujo inicial Casto, Christian y Vicente Gómez en detrimento de Momo, David Simón y Raúl Lizoaín. Veteranía y oficio para encarar el duelo más trascendente de los disputados hasta la fecha: por su repercusión en la tabla y el empaque del equipo y el estadio donde se desarrollaba la contienda. Ideas sobre papel mojado.
Empezó muy bien la Unión Deportiva, obligando al Betis a prescindir de su línea de medios, huérfana con la baja de Ndiaye, y controlando el balón. Fruto de ello llegaron las primeras aproximaciones que acabaron en saques de esquina sin consecuencias.
Ese empuje inicial se tradujo en un control sin excesiva intensidad por parte del conjunto amarillo, recuperando la idea inicial de juego propuesta por Herrera. Araujo se mostraba participativo pero con la permanente sensación de vivir en un partido paralelo, muy alejado de la línea de creación, donde Vicente Gómez, estaba más pendiente de frenar las contadas acometidas locales.
Es en el minuto 30 cuando suben las revoluciones de un encuentro “amistoso” hasta ese momento. Una falta botada por Nauzet Alemán, hiperactivo en el juego a balón parado, y muy presente en muchos tramos del encuentro, termina en las botas de Ángel, cuyo centro, despejado por Perquis, fue directo al poste de la portería de Adán. Hernán no acierta en el rechace frente al cancerbero bético y el posterior disparo de Aythami lo atajó la defensa bética a poco de la línea de gol. Tres ocasiones de gol en apenas unos segundos. La luz en mitad del soporífero guión al que había sido expuesto el partido.
Todo siguió igual en lo sucesivo hasta el descanso. Dominio visitante y tímidas acometidas béticas, principalmente a balón parado. En una de éstas, Rubén, desaparecido en todo el partido, cazó un mal despeje de Aythami y su disparo se marchó desviado de un inmaculado Casto.
En la reanudación el partido no ofreció muchas mas alternativas por lo que la presencia de jugadores que ofrecieran otra serie de características a lo visto sobre el verde del Villamarín, se hacía necesaria. El Real Betis mejoró en parte su repertorio ante una madura y correcta UD en defensa. Sin embargo Herrera no lo veía así y siguió apostando por los protagonistas del inicio, esperando dinamitar el encuentro cuando éste se convirtiera en un “correcalles”. Velázquez, quiso tener mayor presencia en área rival y darle mayor profundidad a su equipo con las entradas de Renella y posteriormente de Álex Martínez.
Sin embargo, una jugada alteraría el orden expuesto desde el inicio. Perquis comete una infracción que le cuesta la segunda amarilla y, consecuentemente, la expulsión. La Unión Deportiva volvía a afrontar una jornada después, un final de encuentro en superioridad numérica. Esta vez el planteamiento fue diferente al de la semana pasada. El Betis dispuso que la mejor manera de defender el botín del empate, era generando peligro que mantuviera alejado al conjunto amarillo.
El desenlace fue bien distinto. La UD encontró esos espacios y dispuso de alguna clara ocasión, generadas de mano de los recién ingresados Valerón y Guzmán: primero de las botas de Nauzet, que tras un buen control y regate, se encuentra la mano salvadora de Adán cuando el balón iba camino del primero visitante. Araujo también lo tuvo en mano a mano frente a Adán, uno de ellos acabaría en gol, invalidado por el asistente de manera errónea, al señalar fuera de juego.
Desde ese instante (min.83), dominio total del conjunto amarillo sin la ambición, y velocidad necesarias para rematar el partido y haber conseguido tres puntos que hubieran significado mantener el liderato, perdido en detrimento del Girona. Así concluyó el partido. Con un punto tras la revolución, el excesivo respeto al rival y la sensación de haber “pescado” en el campo más complejo de la categoría, aunque un premio menor al merecido.
Saul Santana. @stnariverosaul.
Comentarios