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EDITORIAL | Crecer como el filial.


Amigos, que difícil es, semana tras semana, sentarse a escribir estas líneas, máxime cuando uno es sabedor que le acechan quienes creen que el equipo navega a la deriva, sin control ni aliciente, camino a quién sabe qué lugar. Sin embargo, no cejo en mi empeño de querer defender lo que algunos les parece utópico y es, que como siempre dice nuestra canción: al final, llegaremos.

Hay un monólogo de los cientos del genial humorista capitalino Manolo Vieira en el que recuerda que cuando un adulto no entiende algo, debe preguntarle a un niño, que seguro, ha entendido lo que el mayor no. Me refiero con esto a que debe la Unión Deportiva fijarse en la vela chica, quienes, hace unas semanas, estaban en el mismo momento que atraviesa el primer equipo. Nadie apostaban, tal vez muy pocos, que el filial amarillo resurgiera hasta el punto de volver a estar en los puestos que permiten promocionar por mantener la categoría, hoy, el sueño es más tangible que nunca.

Debe aferrarse a ello un equipo que, digan lo que digan, no da muestra de estar dormido. Allá donde algunos jugadores no están a la altura, hay quienes doblan su rendimiento a favor de un equipo que necesita tal esfuerzo.

Bien es cierto que con testiculina y buenas intenciones no basta, pero ayer, el conjunto amarillo demostró que sabe qué hay que hacer para estar ahí. Faltó determinación, pero se conoce la fórmula. Lo que cuenta es el resultado, sí, pero no menos cierto que para llegar a el, conocer el camino, ya es gran parte.

Sin embargo, el de ayer es de esos partidos en que cuando es NO, es NO. Y es que sumado al incomprensible error de cálculo de Casto, se suman las, hasta 3, ocasiones claras de Ortuño, por no decir la de Valerón, la de Guzmán, otra de Araujo, por apenas algún disparo lejano del Valladolid,… En fin, fútbol es fútbol y no siempre gana quien lo merece, ni tan siquiera el que menos hace por no perder. Pocos argumentos han de tener hoy quienes critican que se juegue de una manera o de otra. Ayer, fue cuestión de NO ser el día.

Amigos, se avecina el final. El Betis ya se ve encumbrado en la gloria, siendo el máximo exponente de lo que debe hacer cualquier equipo, cruzar la línea de gol, dejando de lado el cómo.

Fijémonos una vez más en el filial. Fijémonos en como han superado el bache y como, hoy, están en mejor posición de la semana pasada. Los rivales fallan y no se permiten más concesiones. Aún estamos a tiempo. 21 puntos son muchos puntos y vuelvo e insisto en que : No somos menos que nadie de los que están ahí. Ya saben, lo ha dicho el míster: “Lo vamos a sacar”.

Saul Santana. @stnariverosaul.


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