EDITORIAL | Ayúdame a soñar, pero a tu lado.

Hace muchos años que Victor Hugo, el famoso novelista francés, escribía algo así como que “la música expresa aquello que no puede decirse con palabras pero que, igualmente, no puede permanecer en silencio”.

¿Quién de nosotros no ha pensado alguna vez algo similar? ¿Quién de nosotros no ha tirado de algún artista célebre para, mediante sus canciones, expresar alguna emoción? Es lo que me gustaría transmitir en el editorial de hoy.

Se acerca en el calendario el primer aniversario de aquel fatídico domingo, 22 de junio, donde la Unión Deportiva, se quedaba a las puertas de la gloria de la primera división, paradójicamente, de una manera tan cruel y semejante a la que ocurrió hace unos días al Girona.

Para aquel entonces cualquier muestra de ánimo a la afición poblaba las redes sociales pero, hubo una especialmente que me marcó. En ese video, se muestran imágenes de lo que fue, y debió haber sido, una jornada plenamente festiva. Pero no es ese el motivo por el que hago mención a el. El video está acompañado de la canción “Pero a tu lado” de Los Secretos. Esa canción venida como anillo al dedo en un momento en que la afición necesitada soliviantar un dolor desgarrador ante una realidad tan de ficción como cruel.

Escribía el grupo madrileño en su letra : “he muerto y he resucitado, con mis cenizas un árbol he plantado, su fruto ha dado, y desde hoy, algo ha empezado”. Esa letra, lo que se esconde tras de sí es el sentimiento que hizo que todos apeláramos al espíritu de superación que hizo de este equipo deslumbrar en un primer tramo de temporada de record. Bajó incomprensiblemente los brazos en algún tramo de la temporada pero la afición seguía ahí, marcada por ese borrón que marcó un compromiso social pocas veces vivido por este que les escribe.

La temporada regular ha concluido, y con ella ha llegado la no-consecución del que era primer y único objetivo: el ascenso directo. No hay tiempo para lamentaciones. Queda una última oportunidad. Tiempo habrá de valorar lo que se ha hecho mal, pero ahora y, como sigue la letra de la canción “ya no perseguimos sueños rotos”.

Es el momento de volver a ver aquel cambio que nos hizo creer ante el Sporting, la pasada campaña, que el sueño era posible. Curiosamente, el slogan de la campaña de abonados pasada así hacía referencia: conocemos el camino. Solo queda andarlo a mejor paso que los rivales y buena cuenta de ello darán unos jugadores preparados a tal caso.

Hoy solo le podemos decir a ese grupo de jugadores que velan armas antes del duelo frente al Valladolid que nos ayuden a soñar y a hacer, junto con ellos, el sueño posible.

Terminan estas líneas como termina la canción; eso sí, la canción que queremos escuchar:

“Ayúdame a soñar y te habré ayudado, que hoy he soñado en otra vida, en otro mundo, en la primera, pero a tu lado”.

Saul Santana. @stnariverosaul.